Primeramente pulverizamos el azúcar con el que finalmente espolvorearemos los roscos. Lo vertemos en el vaso del Thermomix® ® y programamos 30 segundos a velocidad 10. Reservamos en un bol.

Una vez estén dorados los escurrimos sobre papel de cocina y los rebozamos con el azúcar glass.

Ahora pulverizamos el azúcar que va en la masa. Introducimos los 150 gramos de azúcar en el vaso del Thermomix® y programamos 30 segundos a velocidad progresiva de 5 a 10. Incorporamos seguidamente la piel de la naranja y la del limón (sin nada de parte blanca). Programamos igualmente otros 30 segundos a velocidad progresiva de 5 a 10.

Ponemos a calentar aceite de oliva de baja acidez o en mi caso de girasol en un cazo hondo para freír los roscos. Podemos freír durante unos segundos la cáscara de un limón y la retiramos y comenzamos a freír los roscos.

Una vez estén dorados los escurrimos sobre papel de cocina y los rebozamos con el azúcar glass.

Empezamos con la masa. Añadimos al vaso del Thermomix® ® los huevos, el zumo de naranja y el aceite. Programamos 20 segundos a velocidad 5. Ahora agregamos la harina, la levadura y la pizca de sal (en ese orden). Para mezclar programamos 30 segundos a velocidad 6.

Ponemos a calentar aceite de oliva de baja acidez o en mi caso de girasol en un cazo hondo para freír los roscos. Podemos freír durante unos segundos la cáscara de un limón y la retiramos y comenzamos a freír los roscos.

Una vez estén dorados los escurrimos sobre papel de cocina y los rebozamos con el azúcar glass.

Amasamos durante 3 minutos a velocidad espiga sin cubilete. Recuerdo que en una de las primeras clases a las que acudí como clienta de mi TM21 nos explicaron que una masa esta perfecta cuando ves que quiere volar de las cuchillas!! Aquella anécdota se me quedo grabada, y por ello en todas las masas quito el cubilete. La entrada de aire favorece el amasado y además puedo ver más de cerca el estado de la masa.

Vertemos la masa en un bol y lo dejamos reposar durante 20 minutos. Pasado el tiempo iremos formando los roscos. Nos untaremos aceite en las manos en iremos formando bolas del tamaño de una nuez y presionaremos en su centro con el dedo para obtener la forma del roscon.

Ponemos a calentar aceite de oliva de baja acidez o en mi caso de girasol en un cazo hondo para freír los roscos. Podemos freír durante unos segundos la cáscara de un limón y la retiramos y comenzamos a freír los roscos.